NÚMERO 9

     

LOS DOLOMITAS:
PATRIMONIO MUNDIAL DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO

Prof. Mario Panizza
(Universidad de Módena y Reggio Emilia)

 

 

La asamblea de la Unesco, reunida en Sevilla del 22 al 30 de Junio del 2009 ha proclamado Los Dolomitas “Patrimonio Mundial de la Humanidad”, por ser uno de los paisajes de montaña más espectaculares y representativos del mundo.

Han sido inscritos en la lista de los bienes naturales por criterios estéticos y de paisaje, pero también geológicos y morfológicos. Así se concluyó de la mejor manera posible el largo recorrido de la candidatura, que fue oficialmente iniciada en el 2005, pero que retomaba los objetivos que las asociaciones ecologistas nacionales y locales perseguían desde mediados de los años 90.

El arquitecto Cesare Micheletti preparó el dossier para la candidatura por lo que se refiere a la parte estética y del paisaje y el profesor Mario Panizza, autor de este artículo, se ocupó del apartado de geomorfología.

El conjunto de los nueve diferentes “sistemas” que forman los Dolomitas, has sido elegidos por representar una “serie” de elementos orgánicos de un valor estético y científico excepcional. Los nueve sistemas, comprendidos entre las provincias de Belluno, Bolzano, Pordenone, Trento y Udine, se integran y completan para formar un conjunto de montañas extraordinarias, de paisajes únicos, de rocas y formas de relieve que cuentan de manera admirable un largo intervalo de la historia de la tierra y de los procesos geológicos y geomorfológicos de valor mundial.

Desde el punto de vista paisajístico estas montañas presentan excepcionales características de monumentalidad y originalidad. Los viajeros del XIX reconocían en esto último la materialización del paisaje “romántico” y que también en nuestros tiempos constituyen un punto de referencia fundamental en términos de definición del concepto moderno de belleza natural. Merece la pena recordar los pintores que se han inspirado en estas montañas para realizar sus obras: desde Ticiano a los románticos, los impresionistas, futuristas hasta llegar a los contemporáneos. También poetas, músicos y otros artistas han recibido el estímulo y el reclamo de esta montaña para inmortalizar estas impresiones estéticas.

La importancia de los Dolomitas reside en el hecho de que son representativas de una gran parte, muy detallada y continua, de la era del Mesozoico, dando testimonio de un antiguo mar tropical que existía en este lugar hace 260 a 200 millones de años. En particular, se puede reconstruir la historia geológica de este periodo como en un gigantesco libro de piedra y caminar sobre sus antiguas lagunas, visitar los márgenes con sus restos de coral y de esponjas y después descender por los viejos taludes hasta hallar el fondo oceánico. Se puede seguir en el espacio y en el tiempo la formación de antiguos acantilados o asistir a erupciones volcánicas, examinar la evolución de diversas formas de vida, de moluscos, de dinosaurios.

Desde el punto de vista geomorfológico, estos lugares recogen una amplia y ejemplar casuística de fenómenos, que derivan de su compleja estructura geológica y de las condiciones climáticas pasadas y actuales: torres, agujas, cumbres, taludes calcáreos y dolomíticos, cadenas y estribaciones de rocas volcánicas, suaves pendientes en zonas arcillosas, estratos o conos detríticos, desprendimientos, estratos, lagos, gargantas torrenciales, etc. Se pueden observar vestigios preglaciares e interglaciares, y seguir hasta los glaciares contemporáneos, pero sobretodo las formas de la erosión y la acumulación propias de los antiguos glaciares. En su conjunto sobrepasan los mil metros de espesor. Estos últimos ocupaban hasta hace unos pocos de miles de años el valle dolomítico, dejando emerger sólo las cimas más elevadas, llegando hasta las orillas de la planicie padana.

En definitiva, podemos afirmar que los Dolomitas representan una especie de laboratorio de alto nivel, a cielo abierto, un patrimonio geológico y geomorfológico de un valor mundial excepcional, un laboratorio entre los más extraordinarios y accesibles, ideal para nuestras investigaciones y aprendizaje, la comprensión y el desarrollo de las teorías de las Ciencias de la Tierra.

El valor de los Dolomitas reside en el interés que sus montañas ha suscitado entre los apasionados de las Ciencias de la Tierra; de hecho después del siglo XVIII, eminentes geólogos italianos y extranjeros efectuaron estudios pioneros en materia de estratigrafía, mineralogía, paleontología y geomorfología. Las innumerables publicaciones científicas que produce, la gran cantidad de investigadores del mundo entero que continúa atrayendo, así como los tantísimos estudiantes que aquí desarrollan sus trabajos de doctorado y maestría, dan idea del interés de los Dolomitas.

La lista de lugares reconocidos por la Unesco comprende 900 bienes, repartidos entre 148 países del mundo. Este reconocimiento en el marco del “Patrimonio Cultural Mundial” italiano recoge 42 lugares, pero sólo dos “naturales”, las Islas Eolias y los Dolomitas. Además su inscripción como conjunto de elementos constituye una especie de modelo de candidatura para otros lugares (incluso transfronterizos) y para su gestión en una sistema coordinado e integrado.

 
© 2006-2010 EcodelleDolomiti